Durante enero, la zona central de Chile está sufriendo una intensa ola de calor que supera incluso los 35°. Si esto resulta agobiante para los humanos, también lo es para los perros, salvo que ellos tienen la maravillosa facultad de eliminar calor a través de su lengua. Es por eso que se los suele ver jadeando, lengua afuera, durante las calurosas tardes de verano.

Pero este mecanismo de compensación tiene un límite, por lo que los amos deben tener cuidado de que las mascotas no queden expuestas a altas temperaturas, ni menos dejarlos encerrados en lugares muy calurosos, ya que esto puede producir un grave problema de salud que puede poner en riesgo la vida del animal. Seamos conscientes de que nuestra mascota no puede protegerse sola.

“Cuando el calor es excesivo, los perros pueden sufrir un cuadro llamado golpe de calor, que es una reacción que se produce cuando sube la temperatura corporal de manera muy brusca, y el organismo no es capaz de compensarla, lo que se traduce en una disfunción multiorgánica que puede provocar la muerte del animal”, explica Francisca Montero.

 

Golpe de calor

 

Dejar a un perro encerrado en un auto es la principal situación de riesgo que los amos deben evitar ya que si la temperatura exterior es de unos 25º, en el interior de vehículo puede superar fácilmente los 45º. También lo es dejar a la mascota en un patio sin ninguna sombra, por lo que siempre debes verificar que el perro tenga un recipiente con agua que no se vuelque y un lugar con sombra.

“El golpe de calor se manifiesta con jadeo excesivo y respiración acelerada. Si el calor continúa, es posible que el perro se mueva erradamente, e incluso sufra convulsiones con pérdida de conciencia”, explica la profesional.

Si un perro presenta signos de estar sufriendo golpes de calor, requiere intervención inmediata y constituye una urgencia médica. Un baño de agua fría o la aplicación de hielo o paños húmedos en las ingles y las axilas son medidas de primeros auxilios que ayudan a bajar su temperatura corporal hasta llegar a manos de un veterinario.

Podemos utilizar alimentos húmedos de alta calidad para ayudarlos a enfrentar el calor. Si utiliza alimento seco debe estar siempre a la sombra, ya que con las altas temperaturas es más fácil que se contamine.

También podemos colocar 2 ó 3 hielos en el agua de nuestras mascotas, ya que a muchos les gusta como medio de entretención y así mantiene el agua fría por mayor tiempo. Para probar si a nuestra mascota le gusta, pruébelo con un solo plato y al final del día vea por cual optó. Los gatos pueden ser más resistentes a este método, por lo cual es mejor tener una fuente de agua fría corriendo.

Es recomendable cambiar el agua mínimo dos veces al día, para que esté siempre fresca y a una temperatura óptima.

En gatos de color blanco o con área blancas, es muy importante protegerlos del sol, ya que algunos tienen mayor sensibilidad en su piel e incluso pueden sufrir cáncer (Carcinoma espino celular). Para estos casos es mejor aplicar bloqueador solar hipo alergénico en su nariz y detrás de las orejas, cubriendo la piel con una capa delgada y de rápida absorción, ya que los gatitos pueden ingerirlo al acicalarse o lamerse, esto siempre bajo la recomendación de su médico veterinario.

“Es muy importante que los perros siempre dispongan de agua fresca y sombra. Si se viaja en auto con la mascota, se deben hacer paradas constantes para que el animal pueda refrescarse. También se debe evitar el ejercicio intenso si el día es muy caluroso”, indica la experta.

Si el perro va con la familia a la playa, también debe disponer de agua fresca y sombra. Se debe evitar además que el perro camine por la arena bajo el sol, ya que ésta emite altas temperaturas que pueden quemar las almohadillas de sus patas.

Finalmente, si es posible, deje un plato con agua fresca afuera de su casa para que nuestros perros y gatos callejeros puedan refrescarse también este verano.