Buena Vida
Compartir | | Ampliar Reducir

El efecto de la primera impresión puede entramparnos

“Los primeros 30 segundos son suficientes para hacernos una idea de quién es la persona que tenemos al frente”, señala la columna de Rosario Covarrubias.

por:  La Segunda Online
lunes, 07 de octubre de 2013

Por Rosario Covarrubias M.
Covarrubias.ro@gmail.com

Espontáneamente tendemos a realizar una rápida evaluación de una persona que vemos por primera vez.  Estudios han demostrado que  los primeros  30 segundos son suficientes para hacernos una idea de quién es la persona que tenemos al frente y qué tan compatible es con nosotros. Y esto es recíproco.

Influyen en la primera  apreciación muchas variables: rasgos físicos,  modos de vestir, tono de voz, formas de moverse, la congruencia percibida entre lo primero que se ve y lo que se dice, las  asociaciones por algún parecido que se pudiera  hacer  con alguien que agrada o que cae mal. Afecta también la propiedad de  transitividad: si la persona es presentada por alguien a quien se estima se tiende a tener una mejor disposición hacia ella; por el contrario, si no calificamos positivamente al presentador, la predisposición será negativa. Afecta la situación en que se conoce a una persona, llegando a considerarse, en casos extremos, si podría ser un aliado o una potencial amenaza.

Es un tipo de prejuicio; lo que quiere decir, un juicio previo. Constantemente nos movemos por prejuicios. Estos nos permiten una economía en el tiempo que invertimos para analizar diferentes situaciones. El problema de la primera impresión, así como de cualquier prejuicio,  es que no siempre es válido. Podemos equivocarnos en la opinión que nos hacemos de otra persona y por lo tanto,  no darnos la oportunidad de conocer  a alguien que podría ser valioso en nuestra vida.

Uno de los grandes  problemas de la primera impresión es que nuestra forma de pensar nos hace difícil modificar el retrato que hacemos sobre una persona,  porque tendemos a estar atentos a la información que es coherente con nuestra primera mirada y fácilmente pasamos por alto aquellos elementos que podrían refutarla. Lo mismo ocurre cuando conocemos un lugar. Por ejemplo, cuando una persona busca una casa  o un departamento, tiende a hacerse una primera impresión por un par de elementos que le pudieran parecer muy positivos o negativos, y desde ahí, puntualizar principalmente los elementos concordantes con esa visión y pasar por alto los que se contraponen a esa idea.

Como no es posible abstraernos de  la primera impresión nos será útil distinguir si nos inclinamos  más hacia los juicios positivos o negativos.
Las personas más confiadas y optimistas, en general, tienden a hacer una evaluación favorable ya que piensan que la gente, habitualmente,  es bien intencionada. Para ellos es importante analizar qué tanto se han equivocado en el pasado para tomarse más tiempo antes de sacar conclusiones precipitadas.

Entre quienes predomina una mirada negativa, probablemente serán personas más desconfiadas e intolerantes, que se están perdiendo la oportunidad de compartir con gente que, siendo muy diferente de ellas mismas, enriquecerían su forma de mirar el mundo.

Estar atentos a nuestras reacciones primarias es indispensable para intentar desprendernos de los prejuicios y evaluar al otro en forma abierta.
Como el ejercicio mental que hacemos es recíproco, también es útil anticiparnos a la impresión que el otro tendrá de nosotros. Analizar las variables que influyen en el primer golpe de vista para que el impacto que provoquemos sea concordante con lo que queremos mostrar. 

Queremos conocerte. Por favor, responde esta encuesta.
Redes sociales
Redes sociales
Portada

Cerrar

img