Buena Vida
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¿Es usted padrastro o madrastra?

Nuestra columnista, la psicóloga Rosario Covarrubias, entrega claves para no convertirse en el malo del cuento infantil.

por:  La Segunda Online
lunes, 10 de junio de 2013
rosario  covarrubias

Rosario Covarrubias M.
Psicóloga adultos, parejas y adultos mayores.
"Me encanta la conexión que se genera a partir de una buena conversación".
Covarrubias.ro@gmail.com


Foto Fernando Herrera

Por Rosario Covarrubias

Cada vez es más común la presencia de familias reconstituidas,  donde el padre o la madre conviven o se casan por segunda o incluso tercera vez. Lo que en muchas ocasiones resulta difícil no solo para la familia, sino también para el nuevo integrante.

Hoy quiero centrarme en la problemática que enfrenta el padrastro o madrastra, desde asumir el poco amigable nombre que se le da al rol, antagonista común de los cuentos infantiles.

Luego de una separación o del duelo por la muerte de un cónyuge, es muy habitual que los padres sobreprotejan a sus hijos y se pongan muy aprensivos. Tanto que  a veces caen en la categoría de los llamados padres helicópteros, anticipándose a las más mínimas necesidades de los niños, previendo cualquier peligro y evitándoles al máximo eventuales frustraciones y experiencias negativas, mermando el desarrollo de su autonomía y de su confianza en sí mismos.

He visto con bastante frecuencia el problema de algunas parejas para llegar a acuerdos en relación a la formación de los niños, donde el padre o la madre busca protegerlos de las ideas que tiene en esos momentos el “recién incorporado integrante” que, como no es el padre o la madre, es imposible que entienda las “reales necesidades del niño”. La pareja, de quien se valora su opinión para la gran mayoría de los temas, pasa a ser desacreditada en lo que se refiere a educación de los hijos.

El dolor que  puede ir afectando al padrastro o madrastra, comienza poco a poco a resentir la relación, repercutiendo en la interacción con los niños y produciendo muchas veces un espiral negativo, donde el que se siente rechazado, comienza a alejarse, sintiéndose marginado. 

El rol del padre o la madre que decide traer un nuevo miembro a la familia implica la responsabilidad de acogerlo y buscar, en conjunto, la forma de hacerlo un participante activo. Es ideal que antes de tomar una decisión de este tipo la pareja haya llegado, previamente, a acuerdos claros y definidos de cómo enfrentará el cambio. Si no lo hicieron, deben estar atentos a como se van dando las situaciones y enfrentarlas de modo que logren que la relación familiar fluya en forma armónica. 

Sugerencias para la madre o el padre:

• Establezca límites claros de espacio para estar con su pareja y con los niños.

• Procure mantener un clima agradable y de respeto. Si es necesario poner orden, hágalo usted, no espere que el padrastro o madrastra lo haga, a no ser que ya esté totalmente validado por los niños.

• Si se separó, mantenga una relación lo más armónica posible con su ex cónyuge. Para los niños es más fácil aprender a aceptar y luego querer al padrastro o madrastra si la figura de su mamá o papá es respetada, porque no se sienten desleales.

• No desacredite lo que dice  a sus hijos el padrastro o madrastra, delante de ellos. Si no está de acuerdo, espere que los niños no estén presentes y discutan sobre el tema hasta llegar a un entendimiento.

• Anime a su pareja, es importante que le muestre que se da cuenta de los esfuerzos que hace por acercarse a los niños y demuéstrele su alegría por los logros. Es probable que en un comienzo este esfuerzo lo haga principalmente para estar con usted. Poco a poco, en la medida que se va encariñando con los niños, buscará acercarse  a ellos ya no por usted sino que por ellos mismos.

• Escuche a su pareja: los padrastros o madrastras pueden ayudar mucho al mostrar aspectos de sus hijos que, por la cercanía emocional que como padres tienen con ellos,  no logran mirar con perspectiva.

Sugerencias para el padrastro o la madrastra:

• Dése el tiempo para involucrarse emocionalmente, con el o los hijos de su pareja; no espere que de la noche a la mañana lo vean como el segundo papá o mamá.  

• Genere espacios para compartir con los niños, busque actividades que a ellos les agraden e intente tener pequeños momentos a solas con ellos.

• Establezca límites: puede retarlos si es necesario, en la medida en que se haya generado una relación cálida y amorosa. 

Con una actitud consecuente, paciencia y amor el padrastro o madrastra dejará de ser un extraño, convirtiéndose en un pilar fundamental en la familia.

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