SANTIAGO.- Muchas veces los síntomas de esta enfermedad son tan tenues, que la familia no los detecta. Algunos estudios señalan que el Alzheimer se debe a la alteración de células cerebrales, pérdida de conexiones nerviosas y muerte de éstas. Las mujeres sobre 65 años son el grupo de mayor riesgo, en especial si existe un historial familiar con esta enfermedad.
 
Los cuidadores de estos enfermos también 'padecen' esta enfermedad, pues viven y están en contacto permanente con la persona afectada.

Nicole Chehade, terapeuta ocupacional de Seniority, comenta que “en un principio las personas con Alzheimer son autónomas e independientes; sin embargo, a medida que la enfermedad avanza, la supervisión y cuidados se incrementan, produciendo un desgaste emocional, físico, económico y social".
 
Los familiares cercanos, y en especial las personas que viven con un enfermo, poco a poco van relegando su participación en actividades significativas y disminuyendo tiempo para su autocuidado, que los lleva a sufrir ansiedad, depresión y adoptar una actitud negativa hacia la persona afectada.

"Es vital mantenerse informado, tener paciencia, ofrecer seguridad y confianza al afectado, no criticar o castigar su conducta y adaptar el ambiente para que la persona sea lo más autónoma posible", enfatiza Chehade.

Para estar atentos: diez señales de Alzheimer

Pérdida de la memoria reciente, que afecta la capacidad laboral: Todos olvidamos esporádicamente una labor o nombre, pero luego lo recordamos. Quienes sufren Alzheimer, pueden olvidar cosas aún más frecuentemente y nunca recordarlas.

Dificultad para realizar trabajos domésticos: Podemos estar tan distraídos que, por ejemplo, preparamos una ensalada y recordamos servirla al final de la comida. Las personas con Alzheimer, no sólo olvidan servirla, sino incluso que la prepararon.

Problemas de lenguaje: Quienes sufren esta enfermedad, olvidan palabras sencillas y utilizan vocablos inadecuados, haciendo que sus comentarios resulten incomprensibles.

Desorientaciones en tiempo y espacio: Quienes padecen Alzheimer, pueden perderse en su propia calle, sin saber dónde se encuentran, cómo llegaron allí o cómo regresar a casa.

Juicio pobre o disminuido: Personas con esta demencia podrían, por ejemplo, olvidar el niño que está a su cuidado o vestirse inadecuadamente, utilizando varias blusas o camisas al mismo tiempo.

Problemas con el pensamiento abstracto: Quienes presentan esta patología, pueden olvidar qué son los números y qué se debe hacer con ellos.

Desubicación de los objetos: Una persona con Alzheimer, puede poner cosas en sitios inadecuados: la plancha en el congelador, el reloj en la azucarera, etc.

Cambio en el estado de ánimo o en el comportamiento: Alguien con Alzheimer puede demostrar cambios rápidos del estado de ánimo sin una razón aparente.

Cambios en la personalidad: Personas con esta enfermedad, pueden cambiar drásticamente, tornándose en extremo confusa, sospechosa o temerosa.

Pérdida de iniciativa: Es normal cansarse en las labores cotidianas, de trabajo o sociales, pero la mayoría de las personas retoman la iniciativa. Alguien con Alzheimer puede hacerse muy pasiva y requerir llamadas constantes para cumplir con tales actividades.