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Nutricionista enseña a escoger la leche correcta para alimentar a las guaguas

No hay discusión, la lactancia exclusiva de leche materna durante los primeros seis meses de vida de un bebé, es lo ideal. Pero ¿Qué pasa cuándo la madre no puede amamantar?.

por:  La Segunda Online
miércoles, 01 de agosto de 2012
leche

Foto El Mercurio

Estudios del año 2005 indican que sólo el 14% de las madres que trabajaban fuera del hogar alimentaron, únicamente con leche materna, a sus hijos durante los primeros seis meses de vida, contra 55% en el caso de las madres que trabajan en su casa.

Los expertos avalan la importancia de amamantar exclusivamente con leche materna al bebé durante sus primeros seis meses de vida. Pero también hay casos, en los que la madre, ya sea por distintos motivos, no puede hacerlo. Por ello, el director de Nutrición y Dietética de la U. San Sebastián, Paulo Silva, explica las diferencias entre la leche materna y la de fórmula, de manera que las madres cuenten con toda la información necesaria sobre la mejor forma de alimentar a sus hijos.

Preferir lo natural

En el marco de la semana de la lactancia, del 1 al 7 de agosto, Salud Pública promueve el Día de la Lactancia Materna como vía para reducir enfermedades y defunciones.

El hecho de amamantar, dice el profesional de la USS, produce beneficios que van mucho más allá de lo estrictamente biológico dada la interacción que se produce con la madre. Esto se traduce en mejor apego con el bebé, desarrollo sicomotor adecuado, correcta organización del estado de alerta en el niño, un mejor desarrollo intelectual y maxilofacial, que disminuye la probabilidad de que el menor sufra trastornos del lenguaje.

En tanto, para la madre las ventajas son principalmente el desarrollo de un apego adecuado, la retracción temprana del útero, recuperación del peso pre gestacional en forma más rápida, dado la exigencia energética que significa la lactancia. Además no se puede dejar de mencionar que “la leche materna es gratis por lo que para el presupuesto familiar tiene un beneficio económico”, comenta el director de Nutrición y Dietética de la USS.

Diferencias sustantivas

Paulo Silva sostiene que en cuanto a los macronutrientes (proteínas, lípidos hidratos de carbono), las formulas maternizadas y la leche materna tienen una composición similar. Pero, “la leche  materna presenta diferencias sustantivas en cuanto a tipo de proteínas, proporción de aminoácidos y tipo de ácidos grasos”, detalla.  De hecho, “la leche materna presenta altas concentraciones de ácidos grasos esenciales de tipo específico, presentes en menor proporción en la leche de vaca”, puntualiza.

Por otra parte, la leche materna pasa por distintas etapas de composición durante el desarrollo del niño. De forma que se adapta a los requerimientos de éste, constituyendo un “alimento vivo”, además de contener una serie de elementos que no caben en la categoría de nutrientes pero que tienen funciones fisiológicas importantes como anticuerpos, factores de crecimiento, enzimas, pre y pro bióticos específicos. Éstos contribuyen al desarrollo óptimo del niño e incluso en la prevención de enfermedades cardiovasculares y alergias alimentarias, en las etapas posteriores de crecimiento.

Alimentos sustitutos

En casos de que por contraindicación de lactancia materna, problemas en la producción de leche o por errores en la técnica de amamantamiento, y después de  agotar todas las instancias de posibles de reintroducción de la lactancia materna,  el docente de Nutrición y Dietética de la USS sugiere “utilizar una fórmula láctea maternizada de inicio (en menores de 6 meses) o de continuación (mayores de 6 meses a un año o año y medio), y evitar leches que no hayan sido maternizadas (leches líquidas o leches en polvo para mayores de un año, como NIDO), ya tienen alta concentración de proteínas y déficit en micronutrientes esenciales”.

Escoger una leche artificial

-Considerar que el producto escogido se asemeje a la leche materna, es decir, ojalá contenga probióticos, prebióticos, ácidos grasos esenciales de cadena larga  (DHA, EPA), nucleótidos, luteína, taurina, entre otros elementos.
-No olvidar que la leche materna siempre, es la mejor alternativa tanto para el niño como para la madre.
- Recordar que en la industria alimentaria, hasta el momento, no existe producto que represente las ventajas innegables que entrega el proceso de la lactancia materna.

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