Sodexo se ha hecho parte de la campaña del Gobierno “Prevenir la lleva”, que tiene como objetivo concientizar a la población respecto a las medidas para prevenir las enfermedades del invierno. En este contexto, la empresa distribuirá gratuitamente 770 sachets diarios durante un mes de alcohol gel en clínicas y hospitales donde presta sus servicios de higiene hospitalaria, con el fin de apoyar estas acciones.

La iniciativa, que comienza el 30 de julio, busca sensibilizar tanto a los trabajadores como a los pacientes de los recintos hospitalarios de la responsabilidad que tienen en la prevención de la transmisión de enfermedades estacionarias, como influenza, adenovirus, entre otras.

Para Claudia Vivanco, Gerente del Segmento de Salud de Sodexo, señala que la compañía, “como siempre, ha querido contribuir como socio estratégico de cada uno de sus clientes, en apoyar este tipo de iniciativas que impactan directamente en la salud de sus pacientes”.

No mucho sabemos de que las manos de los trabajadores de la salud constituyen la principal fuente de transmisión de microorganismos patógenos hacia los pacientes, favoreciendo la aparición y diseminación de infecciones nosocomiales -aquellas contraídas al ingresar en un recinto de cuidado de la salud- con el posterior desarrollo de resistencias bacterianas.

Sin embargo, para los entendidos en el tema, las soluciones de alcohol con emolientes (glicerina) han demostrado ser incluso más eficaces que el lavado de manos convencional frente a esta problemática, tendiendo diversos beneficios en la disminución de este tipo de infecciones, permitiendo un ahorro de tiempo y causando menos dermatitis en las manos.

Es así como el Centro para el Control y la Prevención de las Enfermedades, CDC, ha propuesto el uso de alcohol como método preferido para la higiene de manos en unidades de salud. De acuerdo a la Organización Mundial de la Salud, OMS, las manos solo deberán someterse a lavado con agua y jabón cuando estén visiblemente sucias o contaminadas con materia orgánica, por ejemplo con sangre u otros líquidos corporales.

Beneficios

Tiempo: Se reduce el tiempo necesario para el lavado de manos convencional de aproximadamente 1 minuto a un rango entre 15 y 30 segundos.

Riesgo de contaminación de las manos con el entorno: En el lavado de manos convencional existe el riesgo de volverse a contaminar las manos desde el fregadero o lavamanos por gotas que salpican encontrándose frecuentemente Pseudomonas aeruginosa en estos sitios.

Accesibilidad: Es difícil ubicar adecuadamente un lavatorio, además de costoso, en cambio resulta más fácil colocar los dispensadores de alcohol en lugares estratégicos de cada habitación, incluso con más de 1 dispensador por pieza.

Sin efectos cutáneos adversos: El lavado de manos convencional puede causar algún tipo de irritación en la piel hasta el 30% de quienes lo realizan continuamente. En cambio, el alcohol adicionado con emolientes como el glicerol rara vez causan algún tipo de irritación.

Costo-beneficio: Los beneficios de una eficaz higiene de manos supera los costos al reducir las infecciones nosocomiales, salvar vidas, reducir morbilidad y los costos asociados a la atención de este tipo de infecciones.