Una imagen vale más que mil palabras, dice el dicho.  Y absolutamente certero si nos referimos a las resonancias magnéticas, exámenes en los cuales se utiliza un campo magnético y ondas de radio para obtener imágenes detalladas de los órganos y de las estructuras del cuerpo. Es uno de los test que entrega más y mejor información sobre el interior del cuerpo humano.

En la resonancia magnética no se utiliza radiación y ésta es una de las diferencias que tiene con la tomografía computada. El equipo de resonancia magnética está conformado por un gran imán con forma de anillo que suele tener un túnel en el centro. Los pacientes se ubican en una camilla que se desliza hacia el interior del túnel. Durante el examen, las ondas de radio manipulan la posición magnética de los átomos del organismo, lo cual es detectado por una gran antena y es enviado a una computadora. Ésta realiza millones de cálculos que crean imágenes explicativas del tipo de corte, las que se pueden convertir en fotos tridimensionales (3D) de la zona analizada, siendo de gran utilidad para detectar problemas en el organismo.

El test dura en promedio 25 minutos, dependiendo  del segmento corporal a examinar y del estudio que se busque realizar.

Según el Dr. Samuel Gac, radiólogo de Vidaintegra, los pacientes se pueden estudiar desde la cabeza a los pies. “Se puede hacer de forma segmentada o de cuerpo completo, dependiendo de la patología”, afirma.

¿Qué enfermedades se pueden diagnosticar con una resonancia magnética nuclear?

Gracias a los avances tecnológicos experimentados por esta técnica, se pueden diagnosticar todo tipo de enfermedades: patologías oncológicas, abdominales, cardiovasculares, neurológicas, musculo-esqueléticas, entre otras.

¿Se puede hacer a cualquier edad?

La respuesta es que sí, pero la única condición es que el paciente debe permanecer inmóvil durante la realización del estudio. Es por esta razón que habitualmente en niños menores de cuatro años se requiere el uso de anestesia.

¿Existe algún riesgo para las personas que se realizan este examen?

Según el experto, la resonancia magnética no implica riesgo para la salud de los pacientes, ya que no utiliza radiaciones ionizantes ni radiofármacos. Sin embargo, existen algunas contraindicaciones: dependiendo de la causa del estudio, en ocasiones se requiere la utilización de medio de contraste endovenoso en base a Gadolinio. A pesar de ser muy bien tolerado, al ser un agente externo puede provocar reacciones adversas y problemas a nivel renal. Es por esta razón que a todos los pacientes se les solicita completar una encuesta que nos permite minimizar riesgos.

¿Qué personas no pueden realizarse este examen?

Las que usan marcapasos, implantes corporales (audífonos, implante coclear, reservorios, etc.) También los que utilizan endoprótesis vasculares, prótesis y en general cualquier dispositivo metálico implantado. Las mujeres que estén embarazadas tampoco se pueden realizar este examen. No se recomienda tampoco en aquellos que sufren claustrofobia, ni tampoco quienes tengan antecedentes de reacción adversa grave al medio de contraste.

Es importante que la utilización de alguno de estos elementos o condiciones de salud, sea  informada al tecnólogo médico, previo a la realización del examen.

¿Las personas claustrofóbicas tienen alguna alternativa?

El examen requiere que la persona se encuentre al interior del resonador inmóvil y tranquila. Es por esto que en los equipos que normalmente se utilizan no es posible realizarlo a pacientes claustrofóbicos, a menos que se usen sedantes.  Desde hace algunos años han aparecido resonadores abiertos que facilitan su ejecución, aunque tienen un rango menor de eficacia.

Usos de la resonancia magnética

• En la evaluación integral de tumores de cualquier tipo.

• En lesiones óseas o de músculos, ligamentos, tendones, articulaciones de todo tipo y región: hombro, codo, muñeca, mano, cadera, rodilla, tobillo, pie y mandíbula, entre otros.• En alteraciones de arterias y venas.

• En el área del corazón, así como en articulaciones, músculos, ligamentos o tendones, es posible realizar una evaluación en movimiento (estudio dinámico) que permite obtener una expresión gráfica adicional en vídeo.

• Para la evaluación del sistema nervioso central, incluyendo cualquier área del cerebro o columna vertebral.

• En alteraciones de ojos, oídos, senos paranasales, boca y garganta.

• En diversas enfermedades de difícil diagnóstico que involucren estructuras del tórax o abdomen, incluyendo corazón, glándulas mamarias, hígado, bazo, páncreas, riñones, útero, ovarios y próstata, entre otros.