La comunicación familiar constituye una de las principales medidas preventivas para evitar que se convierta en una adicción.
La llegada de la adolescencia supone una serie de cambios tanto físicos como emocionales, en los que lentamente van quedando atrás los juegos infantiles para dar paso a un nuevo mundo.
La curiosidad y experimentación son parte de la rebeldía propia de la edad, que en algunas ocasiones puede conducir al consumo de drogas y alcohol. De hecho la última Encuesta Nacional de Salud 2010 cifra a los jóvenes entre 15 y 24 años como el grupo etario que más consume alcohol en Chile, siendo las mujeres quienes superan a los hombres en este ítem.
Con el objetivo de orientar a los padres para enfrentar esta realidad, la adolescentóloga de Clínica Santa María Dra. María Eugenia Henríquez realizará una charla gratuita sobre el tema, que se llevará a cabo el martes 8 de noviembre de 19:00 a 20:00 hrs. en el auditorio principal de la clínica, ubicado en Av. Santa María 0500, Providencia.
La especialista destaca que el inicio del consumo de alcohol “suele ser experimental, entendiendo que una de las edades más complejas es entre los 14 y los 16 años”.
Sobre las razones del consumo, se habla de factores propios en aquellos que pueden ser parte de su personalidad, por ejemplo como elemento que les ayuda a enfrentar al sexo opuesto o bien externos como puede ser la existencia de problemas familiares”, acota.
“En la adolescencia hay circuitos dopaminérgicos que se instalan en el cerebro con este tipo de conductos por eso es importante que no comiencen a beber desde tan jóvenes”, explica
Como una de las recomendaciones fundamentales que los padres deben tener en cuenta si sus hijos están en esta conducta es establecer una buena comunicación, control y límites con los hijos. “Reconocer a sus amigos, involucrarse en su colegio, son parte de las medidas preventivas más relevantes”, señala.
“Si en la familia, entre sus cercanos o en la televisión se ve un problema de alcoholismo, se debe aprovechar la instancia para conversar con los adolescentes y explicarles los riesgos que implica su consumo excesivo”, puntualiza.
Inscripciones en el teléfono 913 3500
