La exposición directa a los rayos UV, cuando se practica un deporte blanco, puede generar severas lesiones a la vista e incluso ceguera, si no protegemos de manera adecuada nuestro ojos.
Foto El Mercurio
Ya llegó el invierno y los días más fríos tambien. La cordillera comienza a cubrirse de nieve, los centros de ski abrieron sus puertas y las familias a programar las vacaciones de invierno y paseos de fin de semana.
La recomendación, no olvide llevar lentes de sol o antiparras. Si bien es cierto que la radiación UV disminuye durante la temporada invernal, el reflejo de la luz del sol en la nieve puede llegar a doblar la exposición de una persona a la radiación ultravioleta. Según cifras de la OMS, la nieve refleja sobre un 80% los rayos UV, en comparación a otras superficies como el pasto, cemento, arena, agua y espuma de mar (cerca del 25%).
Si no tomamos precausiones, nos arriesgamos a diversas lesiones o incluso ceguera, ya que estamos recibiendo de forma directa todo el reflejo de la luz en la nieve, a esto hay que sumar que a mayor altura y menor densidad atmosferica, la radicación ultravioleta es todavía mayor, aumentando en un 10% cada mil metros.
Es que la constante exposición desprotegida de los ojos en estas condiciones, puede producir la llamada Cegueras de la Nieve o Fotoqueratitis, condición que daña la cornea, cauda dolor, sensibilidad extrama a la luz, sensación de arenillas en los ojos y disminución de agudeza visual.
La especialista Marlene Vogel, oftalmóloga explica que se puede llegar a padecer condiciones como cataratas precoses, lesiones a la retina y conjuntivitis. De mayor gravedad sería una quemadura cutánea solar que a lo largo del tiempo puede llegar a causar tumores en los párpados y generar con el tiempo un cáncer de piel, enfatiza la doctora.
Se recomienda utilizar siempre y de forma permanente lentes de sol o antiparras que cumplan con los niveles de aislamiento ultra violeta, que reduzcan el resplandor e idealmente que cuenten con protección lateral para evitar deslumbramientos y quemaduras por reflejo, señaló la oftamóloga. Además, se aconseja utilizar gorros o pasamontañas que ayuden a islar la zona de los ojos del viento blanco, el que puede llegar agudizar ciertas condiciones o malestares.
Los síntomas suelen aparecer hasta