En cambio, los sonidos preferidos por los chilenos son la música (75,9%), el mar (63,9%) y la lluvia (48,7%), detalla el mismo sondeo.
Santiago.-Aunque la sordera representa el 65% del total de enfermedades profesionales declaradas en la Región Metropolitana, sólo una de cada tres personas cree que su entorno laboral es ruidoso de acuerdo a un estudio de la empresa GAES, hecho que demuestra la importancia de adoptar medidas preventivas para enfrentar este problema.
En el marco del Día Internacional de la Conciencia sobre el Ruido, Daniel Espinoza, fonoaudiólogo y responsable comercial de GAES Chile, advierte que la exposición prolongada al ruido “puede provocar deterioro de la audición, perturbaciones en el sueño, tener efectos fisiológicos como alteraciones cardiovasculares, emocionales y situaciones de estrés, así como afectar el rendimiento de los trabajadores en tareas complejas como la lectura, atención, memoria y resolución de problemas”.
Añade que lo mismo puede aplicarse a los estudiantes, razón por la que las escuelas y jardines infantiles no deberían ubicarse cerca de fuentes intensas de ruido, como aeropuertos o carreteras.
El primer paso para enfrentar el problema, según el especialista, es “tomar conciencia de lo delicado de nuestra audición y tener conductas de higiene auditiva a modo de prevenir traumas acústicos que, a la larga, deterioren nuestra calidad de vida”.
El “Estudio sobre la audición de la población de Chile 2010”, realizado por la empresa GAES en Antofagasta, Concepción, Viña del Mar y Santiago, indicó que el 27% de las personas cree que su entorno laboral es ruidoso, siendo los hombres quienes lo opinan en mayor medida. El estudio también reveló que en los ruidos que más molestan a los chilenos son los ladridos de un perro (44%), el tráfico (37,8%) y las fiestas de los vecinos (34,2%). En cambio, los sonidos preferidos por los chilenos son la música (75,9%), el mar (63,9%) y la lluvia (48,7%).
De acuerdo a la legislación chilena, ningún trabajador podrá estar expuesto a un nivel de ruido continuo superior a 85 decibeles (dB), mientras que en el caso residencial el máximo permitido es de 55 dB para el día y 45 dB para la noche. Como referencia, una conversación normal tiene un nivel de ruido de 60 dB; una aspiradora alcanza 70 dB; una moto, entre 100 y 110 dB; y una discoteca presenta niveles de 120 dB.
Daniel Espinoza recomienda a las personas realizarse un control de audición con un médico otorrinolaringólogo una vez al año, de manera de detectar a tiempo cualquier problema que aparezca, por mínimo que sea, y reaccionar a tiempo.
El “Estudio sobre la audición de la población de Chile 2010” fue realizado por la empresa Durán Tortosa & Asociados en marzo de 2010 y consistió en una encuesta online aplicada sobre una muestra de 357 hombres y mujeres mayores de 18 años de las ciudades de Antofagasta, Concepción, Viña del Mar y Santiago. El margen de error, siendo p y q 50/50 y un nivel de confianza del 95,0%, ha sido del ±5,29%.
¿Cuándo hay que sospechar de un problema de audición?
Responder simples preguntas puede ayudar a determinar la existencia de un problema auditivo. Si las respuestas positivas son más de tres, es recomendable visitar a un especialista y así saber realmente si existe un problema y cuál es su causa.
• ¿A veces oye sin entender las palabras?
• ¿Se hace repetir a menudo las palabras?
• ¿Pone la televisión y la radio a un volumen más alto que el resto de su familia?
• ¿Algunos sonidos agradables, pero débiles, como el canto de los pájaros o el sonido del mar, han desaparecido de su vida?
• ¿Le comentan a menudo “ya te lo hemos dicho varias veces”?
• ¿Le resulta difícil entender lo que le dicen por teléfono?
• ¿Le cuesta seguir las conversaciones?
• ¿Tiene zumbidos?
• ¿Le resulta difícil oír las voces de los niños?
