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Confesiones de Frei Bolívar: “No debí ser candidato presidencial”

Cuenta detalles inéditos de su polémico viaje a Londres; dice que le advirtió al entonces Vicepresidente Raúl Troncoso y que el fallecido general Pinochet le regaló unas colleras que todavía conserva. Y asegura que “hubo gente de la DC (su ex partido) que terminó votando por Piñera”.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Por Ignacia Romero y María Eliana Verdugo

Y acota que su papá es “un hombre de una sola línea, que tiene una sola cara y no tiene filtro, es muy directo para sus cosas”.

 

“FUI LIGADO A PINOCHET SIN SER PINOCHETISTA”
A las seis de la tarde (hora inglesa) del 16 de octubre de 1998, el entonces senador vitalicio, Augusto Pinochet fue detenido en Londres. Al enterarse de esto por televisión mientras comía junto a su familia, Arturo Frei Bolívar recordó que tenía unos pasajes para viajar a Europa y decidió ir a visitarlo. “Yo sabía por la familia que lo habían operado. Y me dio no se qué, pobre viejo dije yo, porque había estado trabajando con él”, en el Senado, recuerda. Es que, como presidente de la comisión de Defensa le dedicó mucho tiempo al tema militar. En ese momento, su primo, el entonces presidente Eduardo Frei, estaba de viaje fuera de Chile, Arturo Frei llamó a Raúl Troncoso en su calidad de Vicepresidente para reunirse con él y contarle sus planes. Le dijo “mira, tomé una decisión y quiero ir a ver a Pinochet a Londres” y asegura que el ministro se paró y le dijo “tú eres un cristiano a carta cabal, y no sabes el beneficio y el favor que le estás haciendo a Eduardo”. Y le recomendó dejar una carta diciendo lo mismo que le había contado. Que quería visitarlo en actitud de reconciliación y como forma de solidarizar con quien había trabajado tanto tiempo. Al día siguiente, continúa, llamó a Troncoso para leerle el documento que tenía

preparado y “en ese momento se empezó a echar para atrás. Después supe que el mismo día que me junté con él hubo encuentros para hablar sobre el tema de mi viaje”. Ante el nuevo panorama, dice, le aclaró al Vicepresidente que fue a hablar con él por un “gesto de deferencia hacia ti, que eres mi amigo, y porque Eduardo es mi primo, quise que supieras, pero no te fui a pedir permiso”.
Pero la buena relación que tuvo con el Ejército mientras fue senador, no fue la misma que había mantenido durante el Gobierno Militar, del cual fue fuerte opositor.
Sin embargo, destaca la actitud de Augusto Pinochet al entregar el poder luego de perder el plebiscito de 1988. “Su actitud como dictador no fue buena, pero cuando pierde acata y entrega el Gobierno. Yo no conozco ningún dictador en el mundo que haga eso”, señala.
El ex presidenciable asegura que tras el regreso a la democracia buscó ser un mediador entre las Fuerzas Armadas y el Senado. “Pinochet sabía que yo había estado en contra de su mandato y también conocía las críticas que siempre había hecho, él vio en mí una actitud positiva, de intentar crear lazos”, cuenta. Y finalmente viajó a Londres, donde estuvo 3 días. Al llegar al aeropuerto Marco Antonio Pinochet lo recibió con un abrazo. Luego fue a visitar a Pinochet, a quien recuerda en un lugar pequeño, vestido con bermudas, camiseta y zapatillas. Conversaron un rato y luego se retiró.

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